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Secuestrada (I)


     ¡Hola a todos! Hoy vuelvo con una nueva serie de relatos llamada Secuestrada. En este caso prefiero no desvelaros la historia, ya que prefiero que la descubráis por vosotros mismos. Yo sólo os digo que merece la pena leerlo ;). Espero que os guste y saludos!



Capítulo 1: Cuentas pendientes.

     25 de Diciembre.
     Día de búsqueda número 99.

    A los pocos segundos consultó su viejo reloj de pulsera. Era exactamente las 09:58 y aún no había desayunado. En ese momento se encontraba sentado en la parada del autobús esperando al cuarto autobús del día. El de las diez en punto, el cual estaba al caer. Apenas tenía hambre, la verdad. Hacía ya poco más de tres meses que comía sin ganas. Pero aún así sabía que tenía que hacerlo. No le quedaba otra. Él no era de los que se regocijaban en su miseria, de los que se rendían a la primera de cambio. No tan fácilmente. A continuación inspiró y suspiró profundamente, llenando sus pulmones del frío aire que reinaba en la zona. Aquel día el pueblo entero se había teñido de blanco debido a las copiosas nevadas de la noche anterior. Lo que consigo no había traído más que una heladez propia del invierno más frío en muchos años del pueblo. Aún no había visto ningún mercurio por el lugar, aunque suponía que la temperatura debía rondar los menos cinco grados mas o menos.

    Se llamaba Alan, Alan Jay, y tenía treinta y seis años. Era de constitución fuerte, mas o menos delgado pero fuerte. Y medía un metro y setenta y seis centímetros. Lo normal, vamos. Por otro lado era de carácter fuerte, alegre y fuerte, aunque frío y calculador si se le ponía a prueba. Tenía una habilidad innata para los cubos de rubik y las deducciones mentales. Las matemáticas se le daban bien. Pero no era muy bueno en filosofía.

    Se levantó de inmediato al ver de reojo como el cuarto autobús del día aparecía por la esquina al fondo de la calle principal. Las 10:02. Aún mantenía la vista fija hacia el frente. La típica mirada penetrante que lo caracterizaba siempre que se encontraba pensativo. Aunque en ese momento tuviera la mente en blanco. No pensaba en nada claro. Sólo en lo que iba a hacer a continuación. En nada más.
    Poco a poco vio como el pequeño autobús desaceleraba en dirección a la parada hasta frenar completamente. Dos segundos después sus pisadas subiendo hacia el autobús fue lo único que se oía. Luego se sentó en uno de los asientos de más al fondo. No deseaba que nadie lo molestase en aquel momento.

    Ya habían pasado 99 días. Exactamente tres meses y ocho días desde que ella desapareció sin dejar rastro alguno. Se llamaba Alice, y tenía unos dos años menos que Alan, 34. Era una chica alta, guapa, de carácter alegre, simpática, algo soñadora, emotiva... Le encantaba. Siempre sonreía cada vez que pensaba en su novia... Hasta el día de su repentina desaparición. Aquella noche discutieron. “¿Se puede saber a dónde habías ido? Me tenías preocupada”. Siempre que pensaba en ella su mente recordaba automáticamente aquellas inocentes palabras. “¿Sabes qué? Yo me voy ya a la cama. No te aguanto”. Aún recordaba como quince minutos más tarde se fue a acostar junto a ella... Y como a la mañana siguiente ya no estaba a su lado.

                                                                              Continuará...
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Que empiece a llover...


    Es increíble que todavía recuerde aquel día como si hubiese pasado justo ayer.

    Aún recuerdo el día en el que llegué por primera vez a esta ciudad. Por aquél entonces yo aún era bastante joven, aún no había terminado secundaria, siquiera. Ya sabéis, el típico niño siempre despierto, atento, determinado, organizado... En fin, aquello si que eran buenos tiempos. Recuerdo aquel día en el que llegamos por primera vez a nuestra querida casa. Ya os podéis imaginar como me encontraba, emocionado, rebosante de alegría.

    Otro recuerdo que me viene a la mente fue mi primer día en aquel nuevo instituto. En aquel año yo entraba a Tercero de la ESO, y también fue cuando la conocí ella.

    Aquellos primeros días recuerdo que fueron maravillosos. También recuerdo que la primera vez que hablamos fue para pedirme unos apuntes de Matemáticas. Y aún sonrío cuando pienso en ello. No puedo evitarlo.

    Pasados aquellos locos días llegó octubre, noviembre, diciembre... Y con ello la primera vez que quedamos. Yo personalmente no lo llamaría una cita, pero creo que al final se terminó convirtiendo en eso. Supuestamente habíamos quedado en la biblioteca principal de mi ciudad para resolver una exposición que nos habían encargado para la clase de Lengua. En nuestro caso habíamos quedado en hacerlo sobre los tigres en peligro de extinción. Y como queríamos repetir quedamos de nuevo. Aquel día tuvimos la suerte de que no llovió. Aún todavía conservo en mi mente aquella estampa. Dos chicos sentados en uno de los bancos del parque uno pegados al otro charlando sobre nuestros temas favoritos. Y entonces fue cuando salió aquella pregunta...

    – ¿Cuál es tu sueño favorito?- Le pregunté sin rodeos.
    – ¿Mi sueño favorito? Pues... - Por un breve momento se quedó pensativa- Ya sé, besar a un chico bajo la lluvia, ¿y tú?
    – Que empiece a llover...
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Nueva Bloggera 2.0

     Hola a todos de nuevo! Hoy (al menos para mí) es un día bastante importante en el blog, ya que marca un antes y despues en su historia. Y es que a partir de hoy tenemos una nueva bloggera participando en este blog, Raoks, del blog Raoks World. Aun así ella continuará trabajando en su blog, el cuál tiene textos verdaderamente buenos, como Capítulo 1 o Amistad. No os olvidéis de echarles un vistazo antes de seguir leyendo ;). Espero que continúe mucho más tiempo y que veamos muchos más relatos de esta gran escritora. Nos vemos! ;)
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Sábado.


 ¡Hola! Me incorporo al tema; soy Raoks, tengo otro blog (pero no creo que me conozcáis por él), y tomo parte de este ya que Jonathan necesitaba horas extra, y a mí me sobran demasiadas.
Un relato corto, dedicado a mis días favoritos. Que se disfrute :)

Era agradable aferrarse a las sábanas, rodeada por una aureola de calor, sintiendo como el frío se quedaba tras la vidriera, al igual que las gotas de lluvia que golpeaban el cristal.
Se sentía una bien, más si era sábado por la mañana.
Sentía confortable el hecho de no hacer absolutamente nada; no tener que estudiar, hacer deberes o trabajos escolares, sin deber de ayudar en casa. Nada.

Podía disfrutar muchos días de esa sensación, pero en los días de lluvia era más agradable. No sabía por qué, la lluvia tenía un efecto melancólico que le gustaba. Viendo los árboles zarandeándose por el viento. Mirando a lo lejos, sin ver el horizonte. Viendo sólo una espesa capa blanca, sin saber ella si por niebla o por la sábana clareada, causada por el efecto de las gotas cayendo en cascada.

Con la habitación totalmente a oscuras, exceptuando la ínfima luz que se colaba entre las oquedades de las nubes, rebotando en la corteza y atravesando el cristal humedecido de la ventana. Con su mente divagando por miles de caminos y senderos; por el futuro, por su pasado. Por dos espacios paralelos y diferentes, con el punto de fusión en el presente. En el momento que ahora efectuaba al pensar; entre el de antes, que estaba dormida; entre el de dentro de dos minutos, que estaría con una taza de café caliente entre las manos.

En días así, días que te vacían el cuerpo de preocupaciones y son únicamente de calma; de tranquila divagación por los pasillos de tu casa. Días en los que piensas más que dices; en los que vives sola, por y para ti. Días en los que no sales de la cama, sólo das vueltas una y otra vez, tomando más aperitivos que chinos hay en el mundo, sentándote frente a la ventana y sin parar de hacer bocetos, cansada de las palabras, de las mentiras. Plasmando todo tal como lo ves. Dejando huella de ti en el mundo.

En días así. Días de lluvia.
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Se busca personal 2.0


          ¡Hola a todos! ¿Qué tal os va el fin de semana? ¿El instituto? ¿El
trabajo? Espero que bien ;)
         ¿Alguna vez en la vida os ha pasado que es como si os faltaran horas en el día? No porque se os haya hecho corto, como me suele ocurrir algunas veces. Yo me refiero a esos momentos en los que desearías que el día te dejara al menos tres horas más para hacer lo que quieras. Pues precisamente ese es el problema que suelo tener. Últimamente le llevo dando vueltas al tema sobre qué rumbo debería tomar con mi blog. Bien, ya tengo poco más de 1200 visitas, 7 seguidores únicos... y ahora, qué? Yo personalente creo que ya va siendo hora de que le dé el empujón definitivo ese que le hace falta a mi blog. El problema es la falta de tiempo. Y desde luego creo que por organización de tiempo no es. Por eso precisamente busco a alguien, algún colaborador que me pueda ayudar y quiera formar parte de ese empujón.
         En realidad sólo busco a eso: Un colaborador, compañero o como lo queráis llamar. No alguien que esté las 24 horas pegadas a la pantalla del ordenador, sólo alguien que colabore: Alguien que publique una entrada como mínimo a la semana, que me dé ideas, sugerencias para el blog, y que me ayude a mejorarlo. Por supuesto quien sólo quiera publicar entradas de vez en cuando y demás también es bienvenido. Sólo necesito alguien que cubra ese tiempo, ya que por eso hay veces en las que sólo puedo publicar dos o tres veces al mes. Por eso.
         Si estáis interesados en colaborar enviadme un correo a mi dirección (jonathan_dark97@hotmail.com) y en cuanto que tenga algo de tiempo me pondré en contacto con vosotros. También escribiendo un comentario con vuestra dirección de correo electrónico vale. Y recordad que cuantos más mejor. Saludos y perdón por enrrollarme tanto! xD.


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