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Una mañana cualquiera


          ¡Hola y buenas tardes, gente! Hoy os traigo uno de mis textos de humor llamado "Una mañana cualquiera", que, por cierto, es el prólogo del libro que estoy escribiendo. Espero que os guste! No os olvidéis de comentar y haceros fans en Google, Facebook, Twitter y demás si os gusta! ;)


    Poco a poco fue entreabriendo los ojos, al tiempo que iba comtemplando su bella y esbelta silueta. Rápidamente se frotó los ojos, llenos de legañas, pero pronto se dio cuenta de que aquello no era ningún sueño. Vio como una preciosa chica, de unos 25 años se encontraba a cuatro patas encima suya, con tan sólo unas bragas y un sujetador negros. Era una chica rubia, con un precioso y joven rostro. Poco a poco fue notando como sus suaves y cálidas manos iban recorriendo pausadamente su torso. Y como le hablaba dulcemente.
    -Alan... ¿Ya estás despierto, chico?- Le decía en voz baja.- Vamos, ya te he preparado el desayuno. ¿O prefieres quedarte un ratito más?- Tranquilamente fue frotando su nariz contra la suya. Hasta que se comenzaron a besar, cada vez con más intensidad. Aunque de repente Alan comenzó a notar algo raro. Se dio cuenta de como aquella chica tenía la lengua extremadamente caliente, jadeaba con demasiada intensidad y, comenzaba a soltar babas por toda su cara. Algo no encajaba... Hasta que se despertó de verdad. Estaba besando al perro, el cuál estaba recostado sobre la cama. Entonces fue cuando Alan empezó a gritar a los cuatro vientos.
    -¡¡¡Ahhh!!! ¡Pero será posible! ¡¡Joder, maldita sea!!

            ...En fin, demasiado cierto como para ser verdad.

Por: Jonathan Molina
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Persecución (2ª Parte)


          ¡Bonjour! ¿Cómo estáis todos? Bueno, ahora os traigo la segunda parte del relato "Persecución", en el que la inspectora de policía Kate y el agente Gerard tendrán que detener como sea a dos mafiosos en Londres. Ahí va!

    -De acuerdo. ¿Y la parte económica?- Le interrogó el hombre que tenía justo enfrente, un hombre arrogante, con el cabello negro despeinado, unas grandes gafas de sol, una chaqueta negra con camisa blanca y la corbata desaflojada, y cruzado de piernas con un martini en su mano izquierda.
    -Pues habíamos pensado en dividirla a partes iguales, ¿qué le parece?- Le contestó el tipo que se sentaba justo enfrente suya, un hombre con una chaqueta marrón y las manos cruzadas.
    -Ni de coña, tío.- Declinó su oferta justo antes de darle un trago a su vaso.- O un 75% para mí y para Tim, o nada.
    -¿Cómo?- Se asombraba el tipo de las manos cruzadas.- ¿Y qué pretendes? ¿Que nos dividamos el otro 25% entre cinco personas? Ni hablar. ¿O es que quieres que te recuerde cómo matasteis a esa pobre dependienta sin motivo alguno?
    -Ya os dijimos que fue en defensa propia. ¿O es que no se mete en esa cabezota que tienes?- Le gruñó el chico del martini y las piernas cruzadas.

    De mientras, a unos pocos metros de allí, la inspectora Kate y el agente Gerard les observaban con cierta cautela escondidos tras unos verdes setos.
    -Mira, Gerard. ¿Ves los dos tipos que están sentados en la cafetería de allí enfrente? El más joven de los dos, el que parece que tiene 25 años, viene de una mafia italiana. Por el contrario, el señor que parece tener unos 40 pertenece a una de las mafias rusas mas poderosas de hoy en día. Por eso esta misión es tan importante.
    -Interesante.
    -¿Qué quieres decir con “Interesante”?
    -Quiero decir que me parece interesante. Nada más.
    Kate soltó un breve resoplido de aire. Estaba escudriñando a través de sus prismáticos a ver si encontraba algo que les pudiera ser de utilidad. De nuevo sacó su walkie-talkie del bolsillo de su chaqueta.
    -Atención de nuevo a todas las unidades. Puedo ver a los dos. Están sentados en una cafetería charlando. Quedaros todos en vuestros puestos. Nosotros esperaremos a que salgan. A ver que hacen. A mi señal. Corto.
    -Espera, se están levantando.- Señaló Gerard.- Ya se van.
    -No te preocupes. Lo tenemos todo controlado. Prepara tu arma. Vayámonos de aquí.
    Poco a poco y con gran disimulo se sentaron en una de las mesas al aire libre de la cafetería. Vieron como los dos hombres enchaquetados caminaban tranquilamente por la calle charlando como si nada. Y Kate y Gerard hicieron lo mismo. Entonces, sin que ninguno de los dos se lo esperara, los dos tipos cogieron por una calle sin salida.
    -¡Kate, se nos escapan!
    -No te preocupes, Gerard, no podrán escapar, te lo aseguro.- Le respondió Kate bastante confiada de sí misma.
    De todo menos pequeña fue su sorpresa cuando vio como aquellos dos tipos subían a toda prisa una larga escalera hasta lo alto del edificio. Se estaban escapando. Se habían dado cuenta.
    -¡Oh, mierda!- Se lamentó Kate al tiempo que corría hacia ellos a todo gas. A una buena distancia entre ellos corrían y corrían sin parar. Aunque pronto cayó en la cuenta de un pequeño detalle: Gerard había desaparecido. Fugazmente miró hacia atrás. No le veía. Sólo sabía que estaba corriendo sobre los tejados de aquellos antiguos pisos tan rápido como su delgado cuerpo le permitía.
    De mientras, los dos mafiosos entraron por la puerta de un saliente del tejado. Luego cayeron sobre una planta totalmente oscura, sólo alimentada de luz mediante las grietas presentes en el destrozado techo. En aquella sala sólo había muebles viejos y bastante roídos. Después bajaron unas estrechas escalerillas que les condujeron hasta la planta baja del edificio, ya que el ascensor no funcionaba.
    Entonces Kate  se percató de cómo su teléfono móvil estaba sonando. Era Larry, uno de los agentes a su disposición.
    -¿Qué pasa ahora?- Le respondió Kate con una voz notablemente cansada.
    -Kate, le hemos encontrado. Va caminando por la calle principal. ¿Le seguimos?
    -¡¿Cómo?!

                                            Continuará...

Por: Jonathan Molina
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Colección de frases célebres (II)


          ¡Hola a todos de nuevo! Ya son más de 400 visitas a nuestro blog, por lo que ante todo quiero agradecer a todas las personas que han hecho esto posible. Muchas gracias! Bueno, hoy también os traemos la segunda parte (De diez) de frases célebres de distintos personajes a lo largo de la historia. Lo dicho: Que lo disfrutéis! ;)

11."Saber y no recordar, es lo mismo que ignorar." Proverbio español
12."Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar." Ernest Hemingway
13."No llores porque ya se terminó... sonríe, porque sucedió." Gabriel García Márquez
14."Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho." Francisco de Quevedo
15."Un padre que da consejos más que un padre es un amigo." Del libro: Martín Fierro
16."Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar." Antonio Machado
17."Consulta el ojo de tu enemigo, porque es el primero que ve tus defectos." Antístenes
18."Unos gustan decir lo que saben; otros lo que piensan." Joseph Joubert
19."Amo las limitaciones, porque son la causa de la inspiración." Susan Sontang
20."El mentiroso tiene dos males: ni cree ni es creído." Baltasar Gracián
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Un viaje en tren (4ª Parte)


          ¡Hola otra vez, otro día a todo el mundo! Hoy (Por fin!!) llega la cuarta parte de la serie de relatos "Un viaje en tren", en la que veremos qué ocurre desde el final de la tercera parte, en la que de pronto Alan se quedaba atrapado en el cubículo de su vagón junto con el sospechoso de bomba. Así que no os hago esperar mas, ahí va!

    Un conocido sonido resonó de nuevo en el cubículo. La puerta se había cerrado. Susan estaba gritando.
    -¡¿Pero qué...?!- Se sorprendió Alan, el cuál se daba cuenta de como la situación estaba cambiando repentinamente para peor. Al momento intentó forzar el pomo de la puerta con todas sus fuerzas, aunque de pronto notó como estaba totalmente bloqueada.- ¡Mierda!- Se repetía una y otra vez en su interior. Tenía que hacer algo, y rápido. No quedaba tiempo para pensar. Así que, sin pensárselo dos veces, se dirigió hacia su bolsa de viaje, agarró su arma oficial, rápidamente comprobó que estaba cargado y disparó contra pomo de la puerta.
    Entonces salió disparado como un rayo hacia fuera.
    -Esto no puede estar pasando.
    Aún no se lo podía creer cuando vio al inspector Clyde a su derecha, con un corpulento hombre apuntándole sin remordimientos a la cabeza, y a Susan a su derecha con otro corpulento hombre apuntándole de la misma forma.
    -¡Tira el arma o los matamos a los dos!- Le ordenó uno de los secuestradores mirando fijamente el revólver que Alan sostenía firmemente con las manos.
    -¡No lo hagas, Alan!- Le pidió Susan con un tono desesperado.
    -Tu cállate.- Le reprimió su secuestrador con un brusco gesto de manos. Tenía una voz bastante grave y autoritaria.
    Alan se dio cuenta de cómo los segundos se hacían eternos. ¿Qué iba a hacer? En ese momento estaba en pleno trance emocional.
    -Renuncio.- Se limitó a decir.
    -¿Cómo?- Se preguntó el inspector Clyde mas incrédulo que nunca.- ¡Pero Alan! ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?
    -Perfectamente.- Contestó mientras le miraba con cara apenada al tiempo que tiró su arma lo mas lejos que pudo.- Ahora soltad a los dos. Después de  todo, ya tenéis lo que queríais, ¿no? Soltad a los dos y cogedme a mí.
    Entonces fue cuando los dos secuestradores bajaron las armas.
    <<¿Eh?>>, se quedó sorprendido Clyde. <<¿Está... sonriendo?>>
    Efectivamente. Estaba sonriendo de oreja a oreja. Algo se traía entre manos. Era como si un destello de luz se hubiera encendido en su mente. Ya lo tenía.
    Edwar Milton. Ese era su nombre. Aquella persona que instantes antes estaba apuntando fijamente a Susan con su pistola. Un asesino en serie bastante conocido por la policía londinense. Y precisamente el caso que Alan estaba estudiando en esos momentos. Y precisamente con el que había tropezado momentos antes al salir hacia fuera del vagón a toda prisa. Tenía los ojos verdes. Por eso sospechaba del viejo que le acompañaba en su cubículo. Al momento cayó en la cuenta de su equivocación. Todo estaba conectado. Ahora todo encajaba.
    -Vaya.- Dijo Alan rompiendo el tenso silencio que se respiraba.- Veo que ahora también secuestras jovencitas y todo. Interesante.- Se metió las manos en los bolsillos....- Vas progresando.- … Para luego mirarlo fijamente.
    <<Claro, ya entiendo.>>, se fijó el inspector Clyde. <<Lleva otro revólver en el bolsillo. Por eso no tuvo inconveniente alguno en tirar su otra arma. Chico listo.>>.
    Precisamente el revólver que su gran amigo Conrad le había regalado antes de partir.
    -Cállate.- Le ordenó Edward.
    -Oye, ¿qué tal si te llamo Ed? Suena mejor, ¿no crees?
    -¡Que te calles!- Se comenzó a poner nervioso.
    -¿Y porqué tendría de hacerlo?- Le retó Alan.
    -Por Barry.- Le respondió señalado con un dedo justo detrás de él.

     Poco a poco consiguió entreabrir los cansados ojos de su rostro. Notó que ya estaba cayendo la tarde, el sol ardiente ya se estaba poniendo, y la nubes comenzaban a ocupar gran parte del bello paisaje. Pronto se dio cuenta de cómo estaba atado de pies y manos con unas duras cuerdas. O quizá no tan duras. Con un poco de destreza y algo de mano derecha consiguió cortar las cuerdas con una discreta navaja escondida en el bolsillo trasero de su pantalón. Seguidamente despertó a Susan y Clyde, los cuáles estaban inconscientes y también atados de pies y manos. A continuación, sin explicación ninguna, le dio la mano firmemente a Clyde, dándole un fuerte abrazo rápidamente a Susan.
    -¿Pero a dónde vas?- Le preguntaron Susan y Clyde casi al unísono.
    -Pues, a hacer un poco de escalada.- Le contestó Alan al mismo tiempo que le guiñaba un ojo a Susan.

                                                                        Continuará...

Por: Jonathan Molina
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Clase de silogismos

          ¡Hola de nuevo a todo el mundo! Hoy 20 de marzo, semana santa pasada por agua, os traemos junto con una nueva etiqueta llamada "Algo de Humor", una colección de diez silogismos, y para quién no sepa que son, son versos (Humorísticos o no) de reflexionamiento, pero mejor que lo veáis visualmente:

Silogismo 1:
A quién madruga Dios le ayuda…
Quién madruga, duerme por la tarde…
Quién duerme por tarde, no duerme por la noche
Quién no duerme en la noche, sale de juerga
Conclusión: Dios ayuda a los que salen de juerga!!!

Silogismo 2:
Dios es amor.
El amor es ciego.
Steve Wonder es ciego.
Conclusión: Steve Wonder es Dios.

Silogismo 3 :
Me dijeron que "Yo soy nadie".
Nadie es perfecto.
Luego, yo soy perfecto.
Pero, solo Dios es perfecto.
Por lo tanto, Yo soy Dios.
Si Steve Wonder es Dios
Yo soy Steve Wonder !!!
Conclusión: ¡Mierda!!! ¡Soy ciego!!!

Silogismo 4:
Imagínate un pedazo de queso suizo, de aquellos bien llenos de agujeros.
Cuanto más queso, más agujeros.
Cada agujero ocupa el lugar que en el que habría queso.
Así, cuanto más agujeros, menos queso.
Cuanto más queso, más agujeros y cuantos más agujeros menos queso.
Conclusión: Cuanto más queso menos queso.

Silogismo 5
Nada es mejor que la felicidad eterna.
Dicen que "Un tomate es mejor que nada".
Conclusión: Un tomate es mejor que la felicidad eterna

Silogismo 6
Beber alcohol mata a las neuronas...
las neuronas que mueren son las mas débiles...
mueren las más débiles quedan las mas fuertes e inteligentes...
Conclusión: cuanto más alcohol bebo más inteligente me hago
Nota: No te entusiasmes que sólo es un silogismo…

Silogismo 7
Pienso, luego existo.
Las rubias tontas no piensan.
Luego, las rubias tontas no existen.
Mi amigo dice que no es maricón porque sale con una rubia inteligente.
Si una rubia inteligente saliese con mi amigo... Sería una tonta.
Como las rubias tontas no existen, mi amigo no sale con nadie.
Conclusión: ¡¡¡Mi amigo es maricón!!!

Silogismo 8
Hoy en día, los trabajadores no tienen tiempo para nada.
Ahora, los vagos… tienen todo el tiempo del mundo.
El tiempo es dinero.
Por lo tanto,  los vagos tienen más dinero que los trabajadores.
Conclusión: ¡Para ser rico, no hay que trabajar!

Silogismo 9
Cuando bebemos alcohol en exceso, terminamos borrachos.
Cuando estamos borrachos, dormimos.
Cuando dormimos no cometemos pecados.
Cuando no cometemos pecados, vamos al Cielo.
Conclusión : ¡Para ir al Cielo hay que ser Borracho!!!

Silogismo 10
Nada es mejor que la felicidad eterna.
Dicen que cualquier cosa es mejor que nada.
Conclusión: Cualquier cosa es mejor que la felicidad eterna.

Silogismo 11
Si yo soy Dios y, por tanto, ciego.
Dios ayuda a quien sale de noche.
Yo salgo por la noche.
Conclusión: Yo me ayudo a mí mismo.

Pero…¿cómo sé que es de noche si soy ciego? ¿Es que soy muy inteligente porque bebo mucho alcohol? ¿Es que soy perfecto? ¿O es que no soy nadie? ¿Siempre encuentro el camino de casa (el Cielo) porque estoy siempre borracho? Pero sobre todo… ¿Tendrán algo que ver los agujeros del queso?
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Persecución (1ª Parte)


          Hi everyone! Con la cuarta parte del relato "Un viaje en tren" a la vuelta de la esquina, hoy os traemos una nueva serie de relatos llamada "Persecución", y si en el anterior relato hablábamos de un policía británico con un tren a punto de estallar por unos secuestradores, hoy hablamos de otro policía de operaciones especiales, aunque esta vez en una Londres mas actual y viva, en la que nuestro protagonista tendrá que detener a toda costa a un terorista con muy malas intenciones, aunque no le sea nada fácil. En fin, que lo disfrutéis!



     Al rato comprobó la hora de su reloj de pulsera. Eran las doce y treinta de la mañana. Ya era la hora, pensó.
     La verdad es que, aquel día, hacía una mañana espléndida. El sol ya casi se situaba en su punto mas alto, y no había ni una sola nube en el claro horizonte.
     En teoría ya le debería haber llamado. Quizás se habría retrasado un poco. O simplemente quizá se hubiera olvidado llamarle. El caso es que, al cabo de unos tres minutos más, terminó por llamarle él, aunque por desgracia no recibiera respuesta alguna. Ya se estaba impacientando. El se encontraba apoyado de espaldas sobre una cabina telefónica, de esas de color rojo típicas de la capital inglesa. Ella, por el contrario, se acercaba hacia él con paso tranquilo y con las manos metidas en los bolsillos de su  chaqueta marrón. Llevaba dibujada una tímida sonrisa en su cálido rostro. De confianza o de traviesura, él no acababa de entender a qué se debía.
    -Un poco más y se nos duerme la presa, ¿no crees? - Le dijo el en un tono algo irónico al tiempo que dejaba de apoyarse sobre la cabina.- ¿Por qué no contestaste a mi llamada?
    -No se, ¿por qué debería hacerlo?
    -Que sepas que me estaba preocupando.
    -¿Por quién, por la presa o por mí?- Le interrogó la chica al tiempo que colocaba su mano suavemente sobre su hombro izquierdo, mientras le miraba fijamente.
    -¿Y qué se supone que debo contestar yo a eso?- Le respondió el en voz baja. Ella le quitó su mano del hombro.
    -Bueno, tu sabrás.- Hizo una pausa- ¿Todavía no le has visto por ninguna parte?
    -Aún no. Se supone que debería de pasar por aquí en unos diez minutos.- Volvió a comprobar la hora en su reloj de pulsera.
    -Mmm...- Pensó ella.- Interesante.- Terminó por decir mientras miraba a todas partes. Entonces sacó un pequeño y discreto walkie talkie de su bolsillo, por el que de repente comenzó a dar instrucciones sin parar.- Quiero que os repleguéis todos. Colocaros en puntos estratégicos, esquinas, cruzes de calles, sitios altos... Quiero que os mováis. Y estad bien atentos. Estamos buscando un varón blanco de unos cuarenta años, con el pelo negro y ojos marrones, con una nariz muy pronunciada. Estatura media. Corto.
    -Veo que lo tienes todo bajo control, ¿eh?
    -Bueno, ese es mi trabajo. ¿Estás preparado?
    -Más que preparado.- Le contestó decididamente.
    -En ese caso sígueme. Creo que ya lo tengo.- Le ordenó al mismo tiempo que puso su cálida mano sobre la fría culata del arma que llevaba bien sujeta al cinto.
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Colección de frases célebres (I)

         
          ¡Hola a todos y a todas otro día aquí en Relatos 2.0! A partir de ahora añadimos una nueva etiqueta, esta vez de frases famosas y célebres de distintos personajes históricos. Una recopilación de diez partes con diez frases famosas en cada una, y aquí va nuestra primera entrega. Que lo disfrutéis!

1."La confianza en uno mismo es el primer peldaño para ascender por la escala del éxito."  Ralph Waldo Emerson
2."La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo." Galileo Galilei
3."Se aprende poco con la victoria, en cambio mucho con la derrota." Proverbio japonés
4."Deja de mirar la puerta que se cerró, pues nunca encontrarás la que se ha abierto frente a tí." Proverbio español
5."Todo hombre es como la Luna; tiene una cara oscura que a nadie enseña" Mark Twain
6."Los viajes son en la juventud una parte de educación, y en la vejez, una parte de experiencia." Francis Bacon
7."Más vale ser un cobarde un minuto que muerto todo el resto de tu vida." Proverbio irlandés
8."Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche." Oscar Wilde
9."Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo." Albert Camus
10."En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento." Albert Einstein
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